Conocer la certificación energética de tu vivienda es muy importante ya que, de esta manera, puedes conocer cuán eficiente es tu hogar. Asimismo, esta documentación te puede ayudar a dilucidar qué cambios son esenciales en tu casa para mejorar la eficiencia energética y, por tanto, reducir el consumo y también el precio que se paga a final de mes por la energía. Y es que, efectivamente, el mayor inconveniente que tiene una casa que no es eficiente, además de no ser ecológica, es que pagas de más por la electricidad y el gas. Sin embargo, de poco sirve una vivienda con una buena certificación energética si tus tarifas son caras. Y es que, efectivamente, antes de emprender una reforma para mejorar la eficiencia energética debes tener los mejores contratos energéticos.

Revisa tus tarifas energéticas

No hay duda de que una vivienda eficiente va a consumir mucho menos y por tanto las facturas son menores que una casa sin una buena certificación energética. Sin embargo, aunque el coste sea menor, si el precio es alto seguirás pagando de más. Una de las formas más sencillas de reducir el coste es cambiar la potencia contratada de la electricidad por una potencia menor.

Y es que al bajar la potencia contratada con EDP o la comercializadora con la que tengas suscrito el contrato pagarás menos por el término fijo, ya que varía según la potencia y es un gasto fijo aunque no consumas electricidad. En todo caso, asegúrate antes de cambiar la potencia eléctrica contratada de que vas a escoger una potencia adecuada para tu consumo habitual ya que, en caso contrario, se te caerán los plomos. En el caso del gas natural, es menos frecuente cambiar la potencia y normalmente lo decide un técnico.

Por otro lado, de entre todos los contratos de electricidad y gas natural más baratos y mejores para contratar son las dos tarifas del mercado regulado; es decir, la tarifa PVPC de electricidad y la TUR de gas natural. Tanto el precio de la PVPC de la luz hoy como el de la TUR del gas están regulados por el estado, de tal manera que es el mismo en todas las comercializadoras aunque son precios que no son estables a diferencia de las tarifas del mercado regulado.

¿Cómo puedo mejorar la eficiencia energética?

El principal problema que afrontan las viviendas que no son eficientes tiene que ver con el aislamiento térmico. Esto es, como no están correctamente aisladas, se necesita un gasto mayor en calefacción o aire acondicionado que en una vivienda eficiente. Para solventar este problema, lo más habitual es una reforma en muros exteriores y ventanas, procurando que haya una rotura del puente térmico. Sin embargo, esto puede resultar un problema para muchas familias, puesto que este tipo de intervenciones requieren un alto presupuesto del que muchas veces no se cuenta. Afortunadamente hay otras alternativas igual de eficientes para tener una vivienda sostenible.

Electrodomésticos eficientes

¿Sabías que el 30% de la energía que se consume en España procede de las viviendas familiares? Sin duda, estos datos ponen de relieve que la energía que necesitan las familias es mucha y que un pequeño gesto en cada vivienda supone un paso de gigante para la humanidad. Por supuesto, la mayor parte de los gastos proviene de los electrodomésticos, principalmente del frigorífico. ¿Significa esto que debemos dejar de utilizarlos para ser más sostenible y tener una mejor eficiencia energética? ¡Para nada!

Afortunadamente en la actualidad existen decenas de modelos de electrodomésticos que son de bajo consumo; es decir, que gastan menos electricidad que los modelos tradicionales. Por supuesto, este tipo de modelos suele ser más caros pero garantizan una mayor durabilidad y, además, ayudan a ahorrar en la factura de la electricidad. Cambiar tus electrodomésticos antiguos por unos nuevos y más eficientes es solo uno de los pequeños gestos que puedes hacer para ser más eficiente.

Nuevos hábitos 

Además de los electrodomésticos, los siguientes hábitos pueden conseguir una mayor optimización del consumo:

• No encender las bombillas durante el día y aprovechar al máximo la luz solar.
• Cambiar las luminarias por unas luces LED, que son de bajo consumo y además no producen calor. Puedes descubrir todas sus ventajas aquí.
• Apagar todos los aparatos electrónicos completamente que no estén siendo utilizados para evitar el consumo fantasma.
• Colocar un termostato en los grifos para que el agua caliente salga más rápidamente.Estas son solo algunas ideas pero, por supuesto, hay más, aunque indudablemente ya aplicando todas estas ideas descubrirás qué fácil es ahorrar.

Este artículo es parte de la colaboración de ASECENER con PAPERNEST, con el objetivo de ayudarte a ahorrar en el día a día, y hacer de este mundo un espacio más sostenible a largo plazo, con soluciones que puedes implementar en tus hábitos.