La COP 26 celebrada en el mes de noviembre en Glasgow debería ser el impulso real para materializar y actuar, para la consecución de los acuerdos de París, y marcar otro hito cinco años después, porque está probado científicamente que es urgente actuar ahora, ya que la actividad humana es causante del aumento de la temperatura del planeta.

El gran paso es que somos conscientes, sociedad y gobiernos, de la urgencia de tomar medidas encaminadas a cambiar el sistema productivo, reducir las emisiones de gases a la atmósfera y de implementar acciones contra la deforestación. Por ello, confiamos que en la COP26 se aceleren los esfuerzos internacionales en materia climática, poniendo el foco en acciones concretas, destacando cuatro pilares claves:

Eliminación del carbón

Siendo el carbón una de las principales fuentes de energía a nivel mundial, será clave cómo se aborde el compromiso para alcanzar el objetivo de la neutralidad en el 2050, e impulsar y normalizar el uso de energías renovables.

Emisiones de carbono

Es un reto establecer un nuevo mecanismo global de compensación de emisiones, garantizando el cumplimiento de los objetivos.

Deforestación

Firmado por más de 100 países que representan el 85% de los bosques del planeta, el objetivo es la conservación de los bosques y ecosistemas, incentivando la agricultura sostenible, eliminar la tala y acabar con las actividades vinculadas a la deforestación, para lo que será clave asignar recursos económicos.

Reducir las emisiones de metano

Siendo una emisión contaminante responsable del 25% del calentamiento global, que procede principalmente de los vertederos, sector agrícola y ganadero, así como del energético, ha sido firmado por 103 países que representan aproximadamente el 50% del total de emisiones de metano.

Todo suma, y de todos depende implicarnos en el cambio.